Clásicos Ilustrados n° 18(30set1953)
En este número: "De la Tierra a la Luna".
Comic de la colección de EnriqueDMC
Comic escaneado y amablemente aportado por EnriqueDMC. Publicado en este Blog con autorización de Sergio Vergara Fuster (Chiler), administrador del Blog amigo: "Logística Mental vía Comics".
Después de algún tiempo se vuelve a hacer presente el gran EnriqueDMC, pues ya lo extrañábamos, con un nuevo aporte que en verdad es espectacular. Y cómo no habría de serlo si se trata de una de las máximas obras mundiales de literatura de anticipación. Si, se trata de la novela del fabuloso Julio Verne intitulada "De la Tierra a la Luna".
Ahora gracias a EnriqueDMC tenemos el comic "Clásicos Ilustrados" n° 18 publicado por Editorial La Prensa en Setiembre de 1953 que traslada esta fabulosa novela del libro a la historieta. Todo un suceso para el mundo de los comics. La historieta fue originalmente publicada en inglés por Editorial Gilberton (USA) como "Classics Illustrated" n° 105 en Marzo de 1953.
Incluimos un comentario de la obra publicado en la página web "Realidad Literal" a quienes agradecemos en nombre de nuestros lectores.
"De la Tierra a la Luna, una de las novelas más conocidas de la obra de Julio Verne, padre de la ciencia-ficción moderna, fue publicada en 1865.
Julio Verne, se especializó en relatos de aventuras fantásticas en las que se describía, casi de manera profética, toda clase de inventos y de ideas de orden técnico que, en años posteriores se han ido convirtiendo en realidad.
Puede considerársele casi con total seguridad el creador de un nuevo género: la ciencia-ficción, género que obtuvo, gracias a Julio Verne, gran difusión y popularidad en el siglo XIX.
Muchos han atribuido a Julio Verne poderes predictivos respecto a sus visiones de futuro; el siglo XIX se caracterizaba por ese sentimiento de complicidad y confianza en la ciencia que se verá reflejado en numerosas novelas: vaticina así sobre el futuro de las ciencias naturales y sobre la revolución técnica, el empleo de máquinas hasta entonces inexistentes, el viaje a la luna... y sin embargo, algunos críticos se extrañan de que, a pesar de su deseo por dotar siempre de verosimilitud científica a sus narraciones, hubiera escogido como nave espacial una bala de cañón en vez de un cohete, perfectamente conocido en su época, y que se consideró siempre como más conveniente, como se demuestra después de que la ciencia moderna empleara cohetes...
De la Tierra a la Luna fue un verdadero best seller en la época y la sensación literaria de ese momento en Europa.
El relato, minucioso y exacto, contaba el viaje de tres hombres desde la Tierra hasta la Luna. Tras una breve estancia allí, vuelven a la Tierra en condiciones óptimas, amerizando en un lugar determinado del océano Pacífico.
Esta visión, casi profética para muchos, ¿podemos considerarla una casualidad de Julio Verne, una necesidad por parte de la NASA, o un homenaje encubierto de algún amante anónimo de la literatura clásica de ficción... La verdad es que nos encontramos con un hecho objetivo: el océano Pacífico tiene más de 170 millones de kilómetros cuadrados y el regreso de ambos se produjo sólo con una diferencia de unos 4 kilómetros entre ambos amerizajes.
Y, a pesar de su popularidad, los literatos del momento le acusaron de no tener un estilo narrativo coherente, desconocer la “manera” de narrar clásica... los educadores, preocupados por el éxito de sus novelas entre el público juvenil, le acusaban de falso científico y de confundir a los jóvenes, que necesitaban modelos más clásicos para su formación. A la vez, los científicos añadían que las historias de Julio Verne estaban repletas de graves errores que la matemática, o la astronomía, como ciencias exactas, no podían consentir.
El éxito de De la Tierra a la Luna se basaba precisamente en este “falso” tecnicismo del que le acusaban: aquí nos inunda con cifras, datos técnicos y geográficos, pero a diferencia de otras novelas de su mismo estilo, ésta escapa con mayor fortuna del pesado estilo narrativo del realismo-naturalismo de la época que se deja sentir en la prosa de la novela, para ser en ocasiones incluso divertida.
En realidad, Julio Verne escribió muy poca ciencia-ficción “pura” tal y como hoy la entendemos, por lo general su obra es de corte aventurero y pseudo-tecnológico, sin embargo, como precursor y creador del género, la gran mayoría de su público y crítica lo consideran el primer escritor moderno de narrativa de aventuras de “ciencia-ficción".
Julio Verne, se especializó en relatos de aventuras fantásticas en las que se describía, casi de manera profética, toda clase de inventos y de ideas de orden técnico que, en años posteriores se han ido convirtiendo en realidad.
Puede considerársele casi con total seguridad el creador de un nuevo género: la ciencia-ficción, género que obtuvo, gracias a Julio Verne, gran difusión y popularidad en el siglo XIX.
Muchos han atribuido a Julio Verne poderes predictivos respecto a sus visiones de futuro; el siglo XIX se caracterizaba por ese sentimiento de complicidad y confianza en la ciencia que se verá reflejado en numerosas novelas: vaticina así sobre el futuro de las ciencias naturales y sobre la revolución técnica, el empleo de máquinas hasta entonces inexistentes, el viaje a la luna... y sin embargo, algunos críticos se extrañan de que, a pesar de su deseo por dotar siempre de verosimilitud científica a sus narraciones, hubiera escogido como nave espacial una bala de cañón en vez de un cohete, perfectamente conocido en su época, y que se consideró siempre como más conveniente, como se demuestra después de que la ciencia moderna empleara cohetes...
De la Tierra a la Luna fue un verdadero best seller en la época y la sensación literaria de ese momento en Europa.
El relato, minucioso y exacto, contaba el viaje de tres hombres desde la Tierra hasta la Luna. Tras una breve estancia allí, vuelven a la Tierra en condiciones óptimas, amerizando en un lugar determinado del océano Pacífico.
Esta visión, casi profética para muchos, ¿podemos considerarla una casualidad de Julio Verne, una necesidad por parte de la NASA, o un homenaje encubierto de algún amante anónimo de la literatura clásica de ficción... La verdad es que nos encontramos con un hecho objetivo: el océano Pacífico tiene más de 170 millones de kilómetros cuadrados y el regreso de ambos se produjo sólo con una diferencia de unos 4 kilómetros entre ambos amerizajes.
Y, a pesar de su popularidad, los literatos del momento le acusaron de no tener un estilo narrativo coherente, desconocer la “manera” de narrar clásica... los educadores, preocupados por el éxito de sus novelas entre el público juvenil, le acusaban de falso científico y de confundir a los jóvenes, que necesitaban modelos más clásicos para su formación. A la vez, los científicos añadían que las historias de Julio Verne estaban repletas de graves errores que la matemática, o la astronomía, como ciencias exactas, no podían consentir.
El éxito de De la Tierra a la Luna se basaba precisamente en este “falso” tecnicismo del que le acusaban: aquí nos inunda con cifras, datos técnicos y geográficos, pero a diferencia de otras novelas de su mismo estilo, ésta escapa con mayor fortuna del pesado estilo narrativo del realismo-naturalismo de la época que se deja sentir en la prosa de la novela, para ser en ocasiones incluso divertida.
En realidad, Julio Verne escribió muy poca ciencia-ficción “pura” tal y como hoy la entendemos, por lo general su obra es de corte aventurero y pseudo-tecnológico, sin embargo, como precursor y creador del género, la gran mayoría de su público y crítica lo consideran el primer escritor moderno de narrativa de aventuras de “ciencia-ficción".
Muchas gracias amigo EnriqueDMC por traernos esta gran obra de la literatura mundial bajo el formato de historieta publicada por la mítica Editorial La Prensa, que como vemos, no solo se encargó de llevar sano entretenimiento a millones de hispanoparlantes, sino que se preocupó por la difusión de la cultura en nuestros paises.
2 comentarios:
Comparto mucho con la nota editorial, la novela el viaje a la luna, es uno de los clasicos literarios en donde se ve la vision futurista de este gran escrito, julio verne, los datos usados, el modelo de la nave, la fuerza de los cohetes, el punto de despegue, de aterrizaje, son casi 100 por ciertos exactos con los calculos que los tecnicos de la NASA hicieron para que una nave salga al espacio,
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